miércoles, 23 de noviembre de 2011

El león mata mirando

Cuentos: El león mata mirando - Rubem alves

revista vinculando 


El viejo Antonio cazó un león de montaña (que viene siendo muy parecido al puma americano) con su vieja chimba (escopeta de chispa.) Yo me había burlado de su arma días antes: "de esas armas usaban cuando Hernán Cortes conquista México", le dije. El se defendió: "si, pero mira ahora en manos de quien esta". Ahora estaba sacando los últimos tirones de carne de la piel para curtirla. Me muestra orgulloso la piel. No tiene ningún agujero. "En el mero ojo", me presume. "Es la única forma de que la piel no tenga ninguna forma de maltrato", agrega. "¿Y que va a hacer con la piel?", Pregunto. El viejo Antonio no me contesta, sigue limpiando la piel del león con su machete, en silencio. Me siento a su lado y, después de llenar la pipa, trato de prepararle un cigarrillo con "doblador". 
Se lo tiendo sin palabras, él lo examina y lo deshace. "Té falta", me dice mientras lo vuelve a forjar. Nos sentamos a participar juntos de esa ceremonia de fumar. Entre chupada y chupada, el viejo Antonio va hilando la historia:
"El león es fuerte porque los otros animales son débiles. El león come la carne de otros porque los otros se dejan comer. El león no mata con las garras ni con los colmillos. El león mata mirando. Primero se acerca despacio, en silencio porque tiene nubes en las patas y le matan el ruido. Después salta y le da un revolcón a su víctima, un manotazo que tira más que por la fuerza, por la sorpresa.
Después se le queda viendo. La mira, a su presa. Así… (el viejo Antonio arruga el entrecejo y me clava los ojos negros). El pobre animalito que va a morir si se queda viendo nomás, mira al león que lo mira. El animalito ya no se ve él mismo, mira lo que el león mira, mira la imagen del animalito en la mirada del león, mira que, en su mirarlo del león, es pequeño y débil. El animalito ni se pensaba si es pequeño y débil, era pues un animalito, ni grande ni pequeño, ni fuerte ni débil.
Pero ahora mira en el mirarlo del león, mira el miedo. Y, mirando que lo miran, el animalito se convence, el sólo, de que es pequeño y débil. Y, en el miedo que mira que lo mira el león, tiene miedo. Y entonces el animalito ya no mira nada, se le entumen los huesos así como cuando nos agarra el agua en la montaña, en la noche, en el frío. Y entonces el animalito se rinde así nomás, se deja, y el león se lo zampa sin pena. Así mata el león. Mata mirando.
Pero hay un animalito que no hace así, que cuando lo topa el león no le hace caso y se sigue como si nada. Y si el león lo manotea, el contesta con un zarpazo de sus manitas, que son chiquitas pero duele la sangre que sacan. Y este animalito no se deja del león porque no mira que lo miran… es ciego. Topos, les dicen a esos animalitos".
Parece que el viejo Antonio acabó de hablar. Yo aventuro un "si, pero…". El viejo Antonio no me deja continuar, sigue contando la historia mientras se forja otro cigarrillo. Lo hace lentamente, volteando a verme cada tanto para ver si estoy poniendo atención.
"El topo se queda ciego porque, en lugar de ver hacia fuera, se puso a mirarse el corazón, se trincó en mirar para adentro. Y nadie sabe porque llega a la cabeza del topo eso de mirarse para adentro. Y ahí esta de necio el topo en mirarse el corazón y entonces no se preocupa de fuertes o débiles, de grandes o pequeños, porque el corazón es el corazón y no se mide como se miden las cosas y los animales. Y eso de mirarse para adentro sólo lo podían hacer los dioses y entonces los dioses castigaron al topo y ya no lo dejaron mirar pa’fuera y además lo condenaron a vivir y caminar bajo la tierra. Y por eso el topo vive debajo de la tierra porque lo castigaron los dioses. Y el topo ni pena tuvo porque siguió mirándose para adentro. Y por eso el topo no le tiene miedo al león. Y tampoco le tiene miedo al hombre que sabe mirarse al corazón.
"Porque el hombre que sabe mirarse el corazón no ve la fuerza del león, ve la fuerza de su corazón y entonces mira al león y el león lo mira que lo mira al hombre y el león mira, en el mirarlo del hombre que es sólo un león y el león se mira que lo miran y tiene miedo y se corre" ¿Y usted se miró el corazón para matar a este león?. Interrumpo. El contesta, ¿Yo? No hombre, yo mire la puntería de la chimba y el ojo del león… y ahí nomás dispare… del corazón ni me acorde…"Yo me rasco la cabeza como según aprendí, hacen aquí cada que no entienden algo.
El viejo Antonio se incorpora lentamente, toma la piel y la examina con detenimiento. Después la enrolla y me la entrega "Toma, me dice, te la regalo para que nunca te olvides que al león y al miedo se les mata sabiendo a dónde mirar…" El viejo Antonio da la media vuelta y se mete a su champa. En el lenguaje del viejo Antonio eso quiere decir: "Ya acabe, Adiós". Yo metí en una bolsa de nylon la piel del león y me fui.

Una nota desde el sureste mexicano…

La Sabiduría popular emplea la "conversa" para explicar las situaciones que preocupan a la "gente sencilla", la del color de la tierra.

Educar es mostrar la vida


Educar – Rubem alves

…Educar es mostrar la vida a quien aún no la ha vivido. El educador dice; “¡Atento, apunta!” . El alumno lee la dirección apuntada y ve lo que nunca vio. Su mundo se expande, se ve más rico interiormente, y sintiéndose más rico interiormente puede sentir mayor alegría y compartir más alegría que esa es la razón por la que vivimos.

 

… La primera tarea de la educación es enseñar a ver. Los niños a través de los ojos tienen el primer contacto con la belleza y fascinación del mundo. Los ojos tienen que ser educados para que la alegría aumente.

…La educación consta de dos partes: La educación de las habilidades y la educación de las sensibilidades. Sin la Educación de las sensibilidades todas las habilidades se tornan sin sentido.

…Los conocimientos nos dan medios para vivir, La sabiduría nos da razones para vivir.

…“Quiero enseñara a los niños, aun tienen los ojos encantados. Sus ojos están dotados de aquella cualidad que para los griegos era el principio del pensamiento; la capacidad de asombrarse al contemplar lo más simple, para los niños todo es maravilloso: Un Huevo, una lombriz, un caracol o el vuelo de las mariposas, un cometa en el cielo, una peonza en la tierra. Cosas que los eruditos no ven.

… En la escuela aprendí complicadas clasificaciones botánicas, taxonómicas, nombres latinos ya olvidados, pero ningún profesor jamás llamo mi atención sobre la belleza de un amanzana o lo curioso de las simetrías que muestran sus hojas. Parece que en aquel tiempo las escuelas estaban mas preocupadas por hacer que los alumnos memorizaran las palabras que en comprender las realidades que ellas representan.

…Las palabras solo tienen sentido si nos ayudan a ver mejor el mundo. Aprendemos palabras para mejorar los ojos. Hay mucha gente con visión perfecta que nada ven. El acto de ver no es algo natural, precisa ser aprendido. Cuando la gente abre los ojos, se abren las ventanas de su cuerpo y el mundo aparece reflejado dentro de la gente.

Los niños sin hablar, nos enseñan las razones para vivir, los niños no tienen saberes que transmitir, su encanto es conocer lo esencial de la vida.

Quien no cambia su manera adulta de ver y
sentir y no se hace niño, jamás será sabio
Rubem Alves

martes, 22 de noviembre de 2011

Si te sirve de algo


Si te sirve de algo

Si te sirve de algo, nunca es demasiado tarde, ni en mi caso demasiado pronto para ser quien quieras ser. No hay limite en el tiempo; empieza cuando quieras. Puedes cambiar o no hacerlo, no hay normas al respecto.
De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa, espero que tú saques la positiva. Espero que veas cosas que te sorprendan, espero que sientas cosas que nunca hayas sentido, espero que conozcas a personas con otro punto de vista.
Espero que vivas una vida de la que te sientas orgulllos@ y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo. 
- de la película " el curioso caso de Benjamin Button
http://www.youtube.com/user/iemotiv?ob=5#p/a/u/0/vBIMXEqFFOk