NADIE ALCANZA LA META
SIN ESFUERZO
Nadie alcanza la meta
con un solo intento,
ni perfecciona la
vida con una sola rectificación,
ni alcanza altura con
un solo vuelo.
Nadie camina la vida sin
haber pisado en falso
muchas veces...
Nadie recoge cosecha
sin probar muchos sabores,
enterrar muchas
semillas y abonar mucha tierra...
Nadie mira la vida sin
acobardarse en muchas ocasiones,
ni se mete en el
barco sin temerle a la tempestad,
ni llega a puerto sin
remar muchas veces...
Nadie siente el amor
sin probar sus lágrimas
ni recoge rosas sin
sentir espinas...
Nadie hace obras sin
martillar sobre su edificio,
ni cultiva amistad
sin renunciar a si mismo.
Nadie llega a la otra
orilla
sin haber construido
puentes para pasar.
Nadie deja el alma
lustrosa
sin el pulimiento
diario de la vida.
Nadie puede juzgar
sin conocer primero
su propia debilidad.
Nadie consigue su
ideal
sin haber pensado
muchas veces que perseguía un imposible.
Nadie conoce la
oportunidad
hasta que ésta pasa
por su lado y la deja ir.
Nadie encuentra el
pozo del placer
hasta caminar por la
sed del desierto.
Pero nadie deja de
llegar,
cuando se tiene la
claridad de un don,
el crecimiento de su
voluntad, la abundancia de la vida,
el poder de
realizarse y el impulso de si mismo.
Nadie deja de arder
con fuego dentro
sin antes saber lo
que es el calor de la amistad.
Nadie deja de llegar
cuando de verdad se
lo propone.
Si usas todo lo que
tienes
y confías en ti
¡esfuérzate! porque...
¡¡¡VAS A LLEGAR!!!
Sin fe se puede
perder un juego
cuando ya estaba casi
ganado...
AUTOR: Paulo Coelho
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